
¿TIENES MIEDO A QUEDARTE EN BLANCO DELANTE DE UN EXAMEN?
Llega enero y, con él, la vuelta a las clases. Es mes de recuperaciones para unos, exámenes para otros y sesiones de estudio para quienes no empiezan hasta febrero. En cualquiera de los tres casos existe un miedo común: el bloqueo ante un examen.
Si has vivido esta sensación, te habrás topado con mucha gente que no comprende cómo habiendo estudiado, no puedes demostrarlo a la hora de la verdad. No te preocupes, nosotros sí lo entendemos y te ayudaremos. Todo tiene una explicación. Puede que le hayas dado mil vueltas al motivo de ese injusto bloqueo, pero lo cierto es que no hay otros culpables que los nervios.
Los nervios se apoderan de nosotros en el peor momento y provocan exactamente que te quedes en blanco. Lo que podemos ayudarte a conseguir en nuestra sesión es que aprendas a controlarlos como si se tratase de algo tan sencillo como un botón. Así, cuando los nervios se apoderen de ti, podrás pulsarlo y que desaparezcan.
¿Te apuntas?
5 claves que ayudarán a que te concentres y dejes los nervios atrás:
1) Relájate y desconecta antes de dormir
Antes de esta, hay una clave que se llama estudiar, pero damos por hecho que de eso ya te has encargado. ¿Conoces eso de que “lección dormida, lección aprendida”? Aplícalo, no sólo asentarás los conocimientos sino que además el descanso te servirá para levantarte relajado. Escuchar música o ver un poco la televisión antes de irte a la cama, te ayudará.
2) Distráete en el camino hacia clase
Desde que sales de casa hasta llegar al lugar del examen, evita invertirlo en continuar estudiando. Si ya lo has hecho antes y lo tienes aprendido, no hay nada que vaya a borrarlo de tu mente. Ve con tiempo, camina con tranquilidad y si puedes, charla con alguien de cualquier otro tema.
3) Una vez tomes asiento, concéntrate y respira
Ya estás en el sitio, ahora sí: concéntrate. Vas a hacer un examen que has estudiado y, por lo tanto, puedes aprobar. Llega el momento de pulsar ese botón del que hablábamos: adiós nervios. Respira hondo y repítete que nada puede salir mal si depende de ti. Te va a salir bien, convéncete.
4)Tienes el examen delante: tú puedes
Con tu botón pulsado, no vivirás el examen como si fuese el juicio final. Es un examen y nada más, el mundo no se acaba después de él. En tu cabeza sólo hay sitio para lo que has estudiado, así que manda a los nervios muy lejos y comienza a leer las preguntas despacio y ordenando tus ideas. ¡Tú puedes!
5) Realiza el examen con calma
Cuando ya tienes todo planificado, sabes por dónde vas a empezar y el tiempo que más o menos emplearás en cada pregunta, puedes ponerte manos a la obra. Hacerlo con calma te ayudará a organizar las respuestas e ir procesando lo estudiado. Así, a medida que lo vas realizando y ves que todo va sobre ruedas, también ganas en confianza.
Ya has terminado. ¿Ves como no ha sido para tanto? Has hecho el examen lo mejor que has podido, dando todo de ti y sabiendo aprovechar lo que has estudiado. ¡Puedes con esto y mucho más!
Sabemos que no es fácil y que los nervios pesan demasiado a la hora de enfrentarte a un examen. Por eso, queremos ayudarte a adquirir la máxima concentración y que aprendas a relajarte y confiar en ti.
Lo que necesitas es que te enseñemos a utilizar nuestro botón antinervios particular. Sólo con activarlo, desaparecerán. Sencillo, ¿verdad?