Imagen de la web de Antena 3
¿Te preguntas qué hay de cierto en el programa 1, 2, 3 Hipnotízame?
Hace unas semanas, Antena 3 estrenaba un nuevo formato: 1, 2, 3 Hipnotízame. El programa, emitido en las noches de los miércoles, cuenta con el hipnotizador Jeff Toussaint para trabajar la hipnosis tanto con algunos personajes famosos como con el público. El objetivo es terminar sometiendo a estas personas a diferentes pruebas y ejercicios cómicos.
¿Es verdad todo lo que vemos durante el programa?
Nos encantaría responder a esta pregunta con rotundidad, pero por suerte o por desgracia, no hemos podido estar tras las cámaras para comprobarlo. No obstante, es cierto que han aparecido imágenes – como la que mostramos a continuación – que inevitablemente han llevado al espectador a poner en entredicho la verdad del programa.
Imagen del usuario de Twitter @PierroDiParcela
Uno de los asistentes elegidos entre el público para someterse a la hipnosis de Toussaint ya había aparecido anteriormente en televisión, casualmente, actuando en una conocida serie.
¿Todo lo que aparece se puede conseguir realmente con la hipnosis?
Aquí sí podemos responder con total seguridad: sí, se puede. Recordemos que la hipnosis es un estado de concentración máxima alcanzado gracias a las palabras de un guía, el hipnotizador, a quien concedemos permiso para experimentar una alteración de nuestra realidad.
Lo que ocurre es que alcanzar dicho estado de máxima concentración no se consigue con un simple “ 1, 2, 3 hipnotízame “, como muestra el programa. Para llegar hasta ese punto se requieren ejercicios previos que pueden durar desde cinco minutos a una hora, dependiendo tanto de la calidad del hipnotizador como de la sugestionabilidad de la persona a hipnotizar.
En televisión, puesto que cada minuto vale millones y están limitados por el tiempo, esa parte anterior no se muestra y es lo que provoca que el espectador se lleve una imagen equivocada.
¿Qué hay que hacer para que una persona alcance ese punto?
Para que Mario Vaquerizo crea que ha olvidado el número 7 o que una vitrocerámica se enciende con cerillas, previamente hay que trabajar con su mente realizando ejercicios de sugestión e imaginación. Una vez que el hipnotista consigue “llevarlo a su terreno” y su mente es totalmente sugestionable es sencillo que obedezca a sus órdenes.
Imagen de la web de Antena 3
Con el público ocurre igual. Primero son sometidos a dichos ejercicios, se selecciona a aquellos que son más sugestionables y, una vez hipnotizados, se ensaya lo que posteriormente se va a emitir. Así, repitiéndolo y reforzando la sugestión, se conseguirá que en el momento de la verdad realicen el ejercicio con sólo una señal.
¿Es ético utilizar la hipnosis para el espectáculo?
En este caso, establecer los límites de la ética es tan subjetivo que podríamos encontrar opiniones de todo tipo. Lo evidente es que la finalidad de este tipo de hipnosis es entretener al espectador, no se va a mostrar desde un punto de vista profesional. Cuando te sientas delante del televisor para ver programas como 1, 2, 3 Hipnotízame debes ser consciente de ello.
Por supuesto, no olvides que la hipnosis no es ni mucho menos un truco de magia, ni tiene que ver con otros tantos rumores que la desvirtúan. Hay numerosas personas que han comprobado que nuestro método funciona con grandes resultados para sus vidas.
Lo que nosotros sí tenemos claro es el respeto que merece como técnica. Las terapias mediante hipnosis pueden cambiar vidas y así está demostrado.
¿Tienes alguna consulta más?
